lunes, 5 de mayo de 2008

Liz

Liz viaja. Está en la frontera de su cuerpo y de ciudades del mundo. Cuando le preguntan de dónde es o si se considera de ésta o de aquella nacionalidad, responde que es de todas partes. Que alguien le enseñó que es ciudadana del mundo. Ahora está acá, mañana allá y dentro de poco quién sabe.
Liz viajó a Río Rosa para que una "bruja" le leyera el tarot. Ésta le predijo un pronto viaje, un amor confuso pero finalmente feliz y un trabajo exitoso pero trabajoso. Será que habrá que viajar hasta allá para descubrir nuestro fututo.
No sé si la tarotista sabrá o no leer el fututo. Pero a ella, a Liz se la nota feliz. Tiene casi el pasaje listo, el amor a sus pies y en su corazón y todas las condiciones para ejercer su carrera. Es sólo cuestión de empeño. Y de cruzar fronteras de la mano de ese que la hace volar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chido lo de "ciudadana del mundo", algo así como tener por única patria el cielo! Me agradan tus letras!
Saludos...